¿Por qué se construyó el Canal de Castilla?

Por qué

¿Por qué se construyó el Canal de Castilla?

El debía servir como vía fluvial de comunicación y transporte que solucionase el problema de aislamiento al que estaba sometida la meseta castellana y leonesa. [Canal Castilla Org. 2017].

La idea de construir un canal navegable surgió como posible solución al aislamiento de la meseta castellana y leonesa. Su finalidad era la de servir como vía de comunicación y transporte en una región con una orografía complicada y que no disponía de una red viaria suficientemente extensa y bien conservada para permitir el transporte de los excedentes de las cosechas de cereales.

Las inquietudes de la Ilustración europea, fundamentalmente francesas e italianas, basadas en el espíritu crítico, la razón y la confianza en la ciencia llegaron también a España durante el siglo XVIII.

Fernando VI se rodeó de ministros defensores de las ideas de la Ilustración que, contando con su apoyo, pusieron en marcha diferentes reformas y planes de reactivación de la economía española con el fin de elevar el nivel económico y cultural del país.

Fue uno de sus principales ministros, y sin duda el más influyente, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada, que ocupó las carteras ministeriales de Hacienda, Guerra y Marina e Indias, el principal impulsor de un ambicioso plan de desarrollo económico que se basaba en gran parte en la realización de obras públicas de mejora de las comunicaciones.

Una de las principales acciones de este plan era la construcción de una gran red de caminos y canales de navegación en Castilla para apoyar la comercialización de la producción de cereales de la región.

Para ello, el Marqués de la Ensenada, presentó el “Proyecto General de los Canales de Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y León” basado en otros trabajos previos del ingeniero francés Carlos Lemaur.

El proyecto inicial consistía en la construcción de cuatro canales que unirían diferentes zonas de Castilla con Reinosa (Cantabria), para posteriormente llegar hasta el Cantábrico en Santander.

Estos cuatro canales unirían Reinosa (Cantabria) con Calahorra de Ribas (Palencia) [Canal del Norte]; Calahorra de Ribas (Palencia) con Medina de Ríoseco (Palencia [Canal de Campos]; El

Serrón-La Grijota (Palencia) con Valladolid [Canal del Sur] y Villanueva del Duero (Valladolid) con Segovia [Canal de Segovia].

Finalmente sólo se terminaron el Canal del Sur, el Canal de Campos y el Canal del Norte hasta Alar del Rey (Palencia); el Canal de Segovia no se llegó a realizar. A pesar de ser una obra inacabada, constituye el proyecto más relevante de la ingeniería civil de la época. Una de las principales herencias de la Ilustración Española.

Uso industrial del Canal de Castilla

La finalidad principal del Canal de Castilla era la de servir de vía de comunicación y transporte de mercancías generando riqueza al dinamizar la economía de la zona; pero la realidad se fue imponiendo a la visión, en parte utópica, que representaban los proyectos iniciales.

Variadas fueron las razones que se fueron imponiendo y que se concretaron en diversas y sucesivas modificaciones y recortes del proyecto inicial. A las limitaciones que imponía la orografía del terreno en algunas zonas, sobre todo las que afectaban a la construcción del Ramal del Norte, se sumó la constatación de los límites del desarrollo tecnológico de la época y los problemas burocráticos, financieros y sobre todo políticos, que fueron surgiendo durante los casi 100 años que duró su construcción.

El Canal de Castilla se diseñó con una función específica, servir de transporte de mercancías mediante la navegación, para activar el comercio interior y exterior y generar así riqueza. Sus impulsores no contemplaban el aprovechamiento industrial del canal.

Es obvio que una obra de tal envergadura facilitase la aparición de otras actividades generadoras de riqueza a su paso. Unas, necesarias y directamente relacionadas con el propio funcionamiento y manutención del canal, y otras surgidas posteriormente ante la constatación de las facilidades proporcionadas por el propio canal.

Para el funcionamiento del canal y su adecuado mantenimiento fue necesaria la construcción de edificaciones auxiliares como viviendas y alojamientos para los escluseros y demás personal encargados del control del tráfico, caballerizas y cuadras para los animales de tiro empleados en el arrastre de las barcazas, hospederías para las comerciantes que las utilizaban en sus transacciones, astilleros para la construcción y reparación de las embarcaciones, almacenes para las mercancías transportadas, silos de almacenamiento de agua y alimentos para las caballerías, etc.

En cuanto entró en funcionamiento el canal se observó que la fuerza que se producía el agua en los saltos de las esclusas se podía utilizar para mover máquinas hidráulicas que generasen energía motriz.

Esto facilitó que surgieran otras industrias que se beneficiaban del propio canal, aprovechando sus recursos y las ventajas de ubicarse en las proximidades o en sus riberas. Se van construyendo y entrando en funcionamiento molinos de grano, batanes de ante y curtidos, de de paños de lana, molinos papeleros, y centrales eléctricas. Este auge industrial hizo necesaria la construcción de nuevas viviendas destinadas a los empleados.

La gran actividad industrial desarrollada ayudó a que se fueran introduciendo nuevos técnicas de elaboración y producción, favoreciendo la conversión de los iniciales molinos y batanes en modernas fábricas de harinas, de papel, de curtidos y de mantas.

Cuando la actividad del canal empezó a entrar en crisis debido a la competencia del ferrocarril, muchas de estas fábricas se fueron abandonando, manteniéndose algunas de ellas reconvertidas en pequeñas centrales eléctricas capaces a abastecer a las poblaciones cercanas.

Todas estas actividades contribuyeron a crear riqueza a lo largo del canal, que a su vez atrajo a otras personas a ubicarse en sus proximidades haciendo crecer los núcleos de población existentes, e incluso propiciando la creación de nuevos poblados que se terminaron convirtiendo en asentamientos fijos como los actuales Sahagún el Real y Alar del Rey, en Palencia.

El Canal de Castilla como sistema de regadío

Desde el principio se tuvo en cuenta la posibilidad del aprovechamiento de las aguas del canal para el regadío de las zonas por las que atravesaba. Para ello se construyeron las instalaciones necesarias para las tomas de agua de las acequias que la distribuirían a los campos.

Se construyeron las arquetas de enganche, los canales de distribución del agua para el riego, y dos embalses en las cabeceras de los ríos Carrión y Pisuerga para garantizar el caudal necesario a lo en toda la extensión del canal.

En la actualidad, y tras la suspensión definitiva de la navegación, con las aguas procedentes del canal se riegan más de 23.000 hectáreas de la Tierra de Campos. Para optimizar este uso del canal, se tuvieron que realizar las necesarias obras de adaptación.

Este uso para el regadío se combina con el de abastecimiento de agua de algunas poblaciones ribereñas.

El potencial turístico actual del Canal de Castilla

Como una prueba más de la adaptación del canal a los tiempos que vivimos, en los últimos años se le está dando un nuevo uso basado en el desarrollo de su gran potencial turístico.

Recorrer el Canal de Castilla por sus caminos de sirga ofrece al viajero la oportunidad de combinar aspectos deportivos y lúdicos con el descubrimiento una obra única de la ingeniería española de los siglos XVIII y XIX.

Poder disfrutar del paisaje, observar la fauna propia del canal, contemplar la flora que ha crecido gracias el ecosistema producido por el paso de sus aguas a lo largo de los años, es una experiencia única, que merece la pena descubrir.

Los tres ramales que conforman el Canal de Castilla se pueden recorrer de diferentes maneras, a pie, -la más auténtica y respetuosa con el canal-, en bicicleta, a caballo, y en canoa o piragua, previa autorización expresa de la Confederación Hidrográfica del Duero (organismo encargado de la gestión de todos los usos del canal). El tránsito de vehículos a motor está terminantemente prohibido por el cauce del canal y por los caminos que lo acompañan.

Existen caminos en una u otra orilla del canal, o en ambas en algunos tramos, que permiten transitar por ellos de manera cómoda gracias a que se construyó con mínimos desniveles para permitir la navegación en ambos sentidos.

El recorrido se puede programar por etapas adaptables al interés personal de cada uno, el tiempo disponible, la forma física o los elementos que se conservan del canal que se quieran observar.

Existen cuatro zonas del canal en los que es posible realizar viajes fluviales en barcos turísticos acondicionados para ello.